Taza de chocolate con la familia Madrigal

El Eje Cafetero es muchísimo más que café, el cual además pierde lentamente terreno ante otro fruto de gran sabor, el cacao. La mayoría de los Europeos, no lo hemos probado nunca, porque a nuestras tiendas llega sobre todo cacao africano. Los chocolates de este origen, debido al bajo coste de mano de obra, suelen ser baratos y de baja calidad. El cacao colombiano, en cambio, contiene mucho más dulce natural y aproximadamente cuatro veces menos teobromina, un alcaloide que produce la amargura. Todo eso nos explica Alejandro de Hacienda Bambusa. La propiedad ubicada en el departamento de Quindio, en el sur de Armenia inspiró en 2017 a los creativos de la productora Disney a una de sus últimas obras maestras, la película Encanto. Con semejante fama me esperaba encontrarme con un parque de atracciones comercializado hasta la última servilleta. Nada más lejos de la realidad. El hotel, que si no fuera por las anécdotas que te cuentan no presume de ninguna relación con la famosa familia Madrigal, tiene apenas 8 habitaciones decoradas cada una con detalles distintos, pero todas con un gusto exquisito. Terminamos la visita con un almuerzo fabuloso en la terraza a pie de un verdísimo valle que parece infinito. Descubrimos en la ladera lateral el Cafetal San Alberto, uno de los nombres más reconocidos en el oficio del café a nivel nacional. Fuera de las fronteras colombianas no aparece porque para la exportación se compran los granos sin tostar y ese paso de la producción, tan importante para la calidad del café, los san albertinos se lo guardan para ellos. Hace unos años hicimos un recorrido por aquellos cafetales, degustación incluida. Hoy no queda tiempo porque las distancias engañan y Julián nos urge seguir rumbo a nuestro destino para pasar la noche. También se trata, como no, de una finca cafetera con el nombre Bosque de Saman. Es ahí donde encontraremos el concepto pensado en niños que pensábamos encontrar en Hacienda Bambusa que curiosamente y a pesar de su protagonismo en los dibujos infantiles nos parece más recomendable para adultos que busquen un refugio romántico de alto nivel.