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San Andrés y Providencia

destino_sanandres.jpgEs hora de jugar a los piratas. Imaginaos llegando con vuestra embarcación a una playa desierta, con arena blanca y palmeras por todas partes, perfecta para ser explorada; pensad que os adentráis en una cueva oscura donde se esconde un cofre con miles de monedas de oro. Estos mismo que encontraron en su día los piratas, podéis ver vosotros en las islas de San Andrés y Providencia.

San Andrés y Providencia

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Llegada a San Andrés

Fácilmente accesible en avión desde Cartagena de Indias, este destino ofrece la tranquilidad de sus playas, la transparencia de sus aguas y a la vez la alegría de la vida caribeña. Según llegáis a San Andrés podréis percibir desde el avión que tiene forma de caballito de mar. La isla más grande del archipiélago es además un lugar de rica historia, lo que le otorga una multiculturalidad impropia de un sitio de tan reducidas dimensiones. Así llegaron, unos detrás de otros, españoles, ingleses y holandeses para quedarse con las riquezas de sus tierras y de sus aguas y comerciar con ellas, en especial con el coco, principal producto exportador de la región. Ellos trajeron los primeros esclavos africanos, que dejaron una impronta bien visible en la música, el baile y el color de la piel de los isleños. Así, se puede bailar tanto la polca como el reggae; ver edificios de estilo colonial junto a casas sostenidas sobre el agua por pilares con madera de coco; escuchar lo mismo español, inglés que lenguas criollas con palabras de ambos idiomas.

Sin duda, el visitante más famoso fue el pirata Henry Morgan en torno al 1650, quien dice la leyenda que enterró aquí sus tesoros sin dejar mapas ni huellas para encontrarlos. Este corsario galés al servicio del Imperio británico vino dispuesto a abatir cualquier navío que se interpusiera en su afán por saquear las islas y gastarse su fortuna en ron. Y lo consiguió, ganándose la fama de navegante corrupto y feroz guerrero de los mares.

Providencia: Una isla de postal

La isla de Providencia, más pequeña que su vecina, está formada por playas vírgenes por las que parece que no pasa el tiempo. Deja el reloj en el hotel y olvídate de todo tumbado en la finísima arena. Cuando quieras activarte, puedes hacer snorkel o buceo para explorar el tercer arrecife de coral más extenso del mundo y la diversidad de su fauna y flora marinas. Por algo las islas de San Andrés y Providencia fueron catalogadas como Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Los imprescindibles de San Andrés y Providencia

  • Adentrarse en la Cueva de Morgan y sentirse como Indiana Jones en busca de un tesoro.
  • Olvidarse del mundo al salir de la frondosa vegetación de Providencia y encontrarse ante un claro de aguas turquesas y transparentes.
  • Bañarse en las hermosas playas de San Andrés, o en las piscinas naturales, perfectas para los más pequeños.
  • Cruzar el Puente de los Enamorados que une Providencia con Santa Catalina y explorar esta diminuta isla que esconde cañones oxidados entre los árboles.
  • Beber agua de coco y bailar en la playa al son del reggae y los ritmos africanos.

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